Corte Marquíz o Marquesa
Esta forma tiene este nombre ya que cuenta la leyenda que el rey Luis XV de Francia, conocido como el Amado, inventó esta forma alargada. Según esta historia, el rey encargó a un joyero que hiciera un diamante con un corte inspirado en los labios de su amante, Jean Antoinette Poisson, es decir, la marquesa Madame de Pompadour. Et voila, aquí está el origen. Con el tiempo, a quienes en la corte de Francia podían presumir del título de marqués les encantaba lucir una gema de talla alargada. Una gema de este tipo tiene una forma alargada, como un óvalo con los dos extremos terminados en una punta.
El corte marquíz generalmente usa una proporción de 2 a 1 de largo a ancho. Pero, por supuesto, puede haber pequeñas variaciones. Este corte utiliza 58 facetas, que atraviesan la superficie elíptica con los dos extremos puntiagudos. Además de las clásicas cuatro C (color, corte, claridad, quilates), la simetría es muy importante para un diamante de talla marquesa: un error en el corte se hace particularmente evidente: por ejemplo, las dos puntas de los extremos deben alinearse perfectamente.
El corte marquíz montado en un anillo ayuda a simplificar la apariencia de los dedos.
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