Gemas Preciosas y Semi-Preciosas

Las piedras semipreciosas son mucho más económicas que las preciosas puesto que también son mucho más comunes y por tanto, fáciles de encontrar. Sus características son exactamente las mismas que las de las piedras preciosas solo que en estas piedras ni la dureza ni la pureza son iguales.

Una gema o piedra preciosa es un mineral, roca o material que una vez tratado se puede utilizar en la elaboración de joyería. Su uso se remonta a la antigüedad cuando las joyas empezaron a utilizarse como símbolo de culto, poder, exclusividad u ornamentación. Para determinar el valor de una piedra preciosa han de tenerse en cuenta diferentes características como por ejemplo el grado de dureza de las mismas, lo que garantiza su resistencia y durabilidad  y aumenta consecuentemente su valor en el mercado.

Cuando se habla del grado de dureza de un determinado mineral hay que citar ineludiblemente a Friedrich Mohs quien en 1825 estableció una escala con 10 minerales de referencia a los que atribuyó un determinado grado de dureza. La escala comienza con el talco al que se le atribuye un grado de dureza de valor 1 y finaliza con el diamante, considerada una de las piedras  con un grado de dureza de valor 10. La escala ideada por Mohs pretendía demostrar que un mineral puede rayar a otro mineral  con un grado de dureza menor pero no al revés.

Para finalizar, gemas lo son todas, tanto las piedras preciosas como las semipreciosas. Las diferencias principales entre estas gemas se dan por tres razones: La dureza de las gemas: la dureza garantiza su durabilidad, y va del 1 al 10 siendo el diamante la única gema con el grado más alto. La rareza o escasez de estas gemas: es decir, cuanto más difícil sea encontrarlas en la naturaleza, más alto será su precio en el mercado. Y además la perfección o belleza de estas piedras. Este factor depende del color, de la transparencia, brillo, juego de colores de cada piedra. Cualquier cualidad óptica que la haga atractiva a nuestros ojos. Anillo en oro blanco