El origen mítico de las esmeraldas colombianas y la cultura del oro Muisca
Piedras Precolombinas con encanto mitológico Cuenta la leyenda que estas piedras preciosas son las lágrimas que derramó una indígena muisca llamada Fura por la pérdida de su amado Tena.
Las esmeraldas del Occidente de Boyacá, apreciadas por su extraordinario color y belleza pertenecen a los distritos esmeralderos de Muzo y Cunas, se encuentran en rocas sedimentarias de tipo Lodolita negra, generalmente en venas o brechas asociadas a otros minerales como dolomita-calcita-albita-pirita. En ocasiones se encuentran carbonatos de tierras raras como la Parisita.
Estas son las características geológicas que hacen especiales a las esmeraldas de esta región pero cuentan también con un origen mítico dentro de su contexto histórico-geográfico, que tiene como fuentes documentos relacionados con la historia de la región y la historia de este mineral.
Desde la perspectiva histórica, los Muiscas fueron la sociedad prehispánica que más contacto tuvo con las esmeraldas y entre los que se han encontrado más evidencias en los hallazgos arqueológicos.
Se trataba de un pueblo profundamente religioso. Creía que en mundo se dividía en tres partes: el Supramundo arriba, Inframundo abajo, y el Mundo Medio, donde se encontraban los humanos.
El inframundo era para los muiscas de color verde y este era el valor de las esmeraldas. Este color representaba el agua, la fertilidad y la fuerza de la vida, de manera que incluyeron muchas de estas esmeraldas en sus ofrendas religiosas. Escrito por: María R. Dávila